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Las etiquetas de encubrimiento resistentes a la cáustica ayudan a Coca-Cola a cumplir rápidamente las nuevas leyes de etiquetado

Coca-Cola está presente en una gran variedad de mercados de todo el mundo, cada uno de ellos con su propio conjunto de leyes y normas de etiquetado. Para una marca de tan amplio alcance, la adaptabilidad es clave para estar al tanto de cualquier cambio legal que pueda afectar a la producción.

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Esta adaptabilidad se puso a prueba recientemente cuando se introdujo una nueva ley de etiquetado (NOM-051) en México. La nueva ley supuso que Coca-Cola México y su principal proveedor, Arca Continental, tuvieran que actuar con rapidez para ajustar las etiquetas de sus botellas de Coca-Cola REF-PET retornables de 2,5, 2 y 1,5 litros.

Estas botellas tienen etiquetas duraderas de transferencia térmica que pueden lavarse hasta 30 veces sin despegarse o dañarse. Si bien esto es una gran ventaja para la empresa, suele significar que cuando hay un cambio en las leyes o reglamentos, la botella debe ser desechada. En este caso, tirar los millones de botellas que ya están en uso sería muy costoso y también podría crear potencialmente un desabastecimiento. Por ello, Coca-Cola México decidió probar a colocar una etiqueta autoadherible sobre la antigua etiqueta, y recurrió a MCC para que le ayudara.

El reto: una etiqueta que cubra y resista

Cuando las botellas de PET se devuelven a Coca-Cola para su procesamiento, es necesario limpiarlas agresivamente con sosa cáustica para eliminar el pegamento de azúcar y otras sustancias que quedan en la botella. Coca-Cola México determinó que para mantener en circulación las botellas que ya estaban en el mercado durante el resto de su vida útil, la nueva etiqueta debía ser capaz de soportar entre siete y ocho lavados con sosa cáustica. Al mismo tiempo, debía cubrir suficientemente la etiqueta antigua para que no se vieran los diseños que había debajo y, además, debía ser fácil de aplicar para que la entrega fuera rápida.

La solución: alargar la vida de cada botella

El equipo de MCC México llevó a cabo varias pruebas de materiales, y finalmente eligió una etiqueta laminada con un adhesivo especial que pudiera resistir los duros lavados cáusticos. La etiqueta se diseñó para que fuera lo suficientemente opaca como para cubrir los gráficos que había debajo y más grande que la original para que la cubriera por completo y garantizara una adherencia segura a la botella. Esto era clave porque si la etiqueta no estaba bien adherida, el lavado cáustico podía eliminar el adhesivo y la tinta de la etiqueta.

Trabajar con plazos ajustados fue otro elemento crucial de este proyecto. MCC actuó con rapidez para que Coca-Cola pudiera realizar con éxito los cambios sin ningún retraso en la producción.

El resultado fueron botellas reetiquetadas que nos permitieron seguir operando dentro del marco de la ley: evitamos la destrucción de la botella y el mayor costo de comprar nuevos envases, y lo más importante es que pudimos seguir vendiendo y no dejamos a nuestros clientes y consumidores con escasez.

Juan Emilio Campos Alcalá, Jefe de Compras Otros Negocios, Arca Continental