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Una marca australiana consolidada apuesta por el vino enlatado

La atractiva marca Small Things Wine quiere cambiar la opinión de la gente sobre el vino enlatado presentando el exclusivo Margaret River, con una etiqueta diseñada por Jarrod Fuller de Zendoke.

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Nacida en Margaret River, Small Things Wine adoptó un enfoque ajeno a la elaboración del vino a la hora de desarrollar su marca de vino artesanal en lata. Ellos consideran que la forma de disfrutar del vino no debe estar limitada por el envase en el que viene, y de ahí viene la oportunidad de crear una primera impresión. Así que hicieron el mejor vino que pudieron en una lata de 250 ml que se pudiera llevar fácilmente de excursión, a la playa, a un evento al aire libre o en un barco… una excusa perfecta para comenzar una aventura.

Un nuevo empaque

La demanda de los consumidores de envases de vino ecológicamente sustentable, unida a la preferencia de la simple comodidad, ha provocado que cada vez más productores australianos envasen su vino en latas. La marca artesanal de Margaret River, Small Things Wine, tuvo que superar varios obstáculos a la hora de enlatar el vino.

Mostrar el vino de una manera que ilustrara su carácter único empezó con la etiqueta, que transmitía su calidad. Para el vinicultor y cofundador Ian Batt, el sentimiento que produjese en la mano del cliente era igual de importante que la necesidad de que fuera atractivo y relevante. Los australianos cada vez beben más vino en lata, por eso era tan importante crear una buena primera impresión. Small Things Wine lo consiguió con la colaboración del diseñador Jarrod Fuller, de Zendoke, y MCC.

“Nuestros vinos son de baja intervención, sin aditivos ni filtrados, así que la calidad y la legibilidad de la etiqueta de nuestras latas era fundamental. Por ello, apostamos por las etiquetas en fundas retráctiles impresas en lugar de imprimirlas directamente en las latas. Cuando coges una, te das cuenta de que no estás tomando un vino normal. Es algo especial, está hecho para acompañarte en tus aventuras, cuenta el vinicultor Ian Batt. 

El vino en botella de cristal es perfecto para tomar en la mesa, pero cuando decides llevártelo a un picnic, a la playa o de excursión, no resulta muy práctico. Cuando no estás seguro de si vas a acabarte una botella entera, una lata de 250 ml resulta más económica y conveniente y, gracias a su tamaño individual, se enfría más rápido y te cabe en la mano.

Cuando tuvieron que decidir los detalles de la producción de su vino artesanal, se dieron cuenta de que nadie podía enlatar su vino en una fina lata de 250 ml. Esto dio a la empresa la oportunidad de invertir en su propia línea de enlatado, lo que se tradujo en la capacidad de controlar todos los aspectos de la producción.

“Nos fijamos en los pioneros y pesos pesados indiscutibles en cuanto a bebidas, EE. UU. y Canadá, donde el enlatado se ha disparado en los últimos años, lo que demuestra la popularidad de la cerveza y el vino artesanales enlatados.” 

Junto con sus nuevos socios fabricantes de Estados Unidos y Canadá, formularon un diseño y un enfoque que les permitiese enlatar vino sin dejar de mantener los más elevados niveles de calidad.

El vino enlatado va a dispararse en Australia… gracias a MCC por ayudar a hacer realidad esta idea.

Ian Batt, Vinicultor & Cofundador, Small Things Wine